Los bombones son un pecado, y es que no puedes comer sólo uno. Además es un postre que a casi todo el mundo le gusta, y para llevar como regalo cuando te invitan, es una muy buena idea que todos agradecerán y es la guinda perfecta para acabar una rica comida. Su elaboración no tiene ninguna dificultad, con esta versión sencilla los puede hacer todo el mundo, solo hay que ponerse a hacerlos y comprobarlo por uno mismo.
Ingredientes:
200 g chocolate para postres (mínimo 55% de cacao)
150 g chocolate con leche
170 ml de leche
Fideos de chocolate
.
Troceamos el chocolate por separado. Calentamos en un cacillo la leche y cuando rompa a hervir la echamos en un bol. Añadimos primero el chocolate para postres y removemos un poco, a continuación añadimos el chocolate con leche y deshacemos bien los dos chocolates. El poner primero el chocolate de postres es porque tarda algo más en deshacerse. En esta ocasión no hay ningún licor porque los iban a comer niños, pero si se quiere es el momento de añadirlo.
Tapamos con un film y guardamos en la nevera.
Una vez que se ha enfriado formaremos bolas más o menos del mismo tamaño. Las iremos dejando sobre el mismo film que hemos utilizado para tapar el bol.
Ponemos en un tazón fideos de chocolate.
Vamos rebozando en los fideos de chocolate los bombones y los vamos colocando en una bandeja o en un recipiente si estos son para llevar de regalo. Al no llevar alcohol han de consumirse con prontitud, pero ya os digo que no duran nada.
Ricos! Me mandas unos?
Eso está hecho.