Los churros es un dulce frito, o un postre de sartén, como se prefiera. Estos dulces son muy antiguos y provienen de la cocina popular, la gente no tenía horno en sus casas, todo lo que requería horno se llevaba a la panadería del pueblo, así que los dulces fritos eran el recurso más sencillo al alcance de todos. Este dulce es típico español, se suelen tomar en el desayuno o como merienda con una bebida caliente, ya sea café con leche, leche y, lo más popular, con chocolate caliente, y, por supuesto, calentitos, recién salidos de la sartén. La verdad es que son muy sencillos de hacer, pero hay que disponer de una churrera, que en cualquier ferretería la podéis encontrar y no son caras.
Ingredientes:
1 vaso de harina
1 vaso de agua
1 cucharada de aceite
1 pizca de sal
Aceite de girasol para freirlos
Como podéis ver en los ingredientes es la misma cantidad de harina que de agua, en capacidad, pero no en peso. Así que si queréis hacer más cantidad es cuestión de doblar las cantidades.
Comenzaremos poniendo el agua con el aceite y la pizca de sal en una cacerola hasta que hierva.
Por otro lado tenemos un bol con la harina tamizada.
Cuando el agua esté hirviendo la volcamos sobre la harina y removemos bien hasta que quede todo bien mezclado, o bien la harina la echamos sobre el agua y removemos hasta que se mezcle, pero ya fuera del fuego.
Una vez hecha la masa, la introducimos en la churrera, presionando bien para que no haya ninguna burbuja que luego puedan producir salpicaduras de aceite al echar los churros a la sartén. La churrera tiene diferentes dibujos de estrella, diferentes formas o calibres para que los churros salgan de esa manera. Elegid la que más os guste.
Ponemos aceite en una sartén, no es necesario que sea grande, pero si honda para que los churros floten en el aceite. Vamos echando los churros del largo que se desee, y estos se irán cortando con el dedo mojado en aceite. Hay que freírlos en pequeñas cantidades. Como podéis observar a mi me no me salen todos iguales, eso significa que son caseros.
No debe de estar el aceite demasiado fuerte, pero sí caliente. Ir dándoles la vuelta para que se doren por igual y cuando estén dorados por todas partes se sacan a un plato con papel absorbente.
Están también muy ricos espolvoreados de azúcar, al gusto, pero se tomen como se tomen los churros les gusta a casi todos, ya sean grandes o pequeños, y no me refiero al tamaño de los churros.