Estas galletas las he preparado con una mezcla de harina de maíz y harina normal (se puede hacer sólo con la harina normal). El resultado ha sido bueno, un poco menos dulce de lo que esperaba, pero personalmente no me importa, porque hay que acostumbrarse a que no sean muy dulces, al igual que pasa con las cosas saladas. Con un poquito más de azúcar, para aquellos que las prefieran más dulces, están perfectas. Lo bueno es que siempre sabes que los ingredientes que llevan son sanos y no se tardan mucho en preparar.
Ingredientes:
175 g de harina de maíz
175 g de harina normal
80 g de azúcar moreno
125 ml de zumo de naranja
Ralladura de 1 naranja
60 ml de aceite de girasol
Pizca de bicarbonato
Pizca de sal
Ponemos las dos harinas juntas y las tamizamos en un bol.
Calentamos el aceite, que esté bien caliente, y lo echamos sobre las harinas. Removemos con una cuchara de madera. Hay que tener cuidado de no tocarla porque está caliente.
Incorporamos el azúcar y la ralladura, así como el bicarbonato y la sal.
Añadimos el zumo de naranja y removemos muy bien.
Una vez que ya no se pueda con la cuchara se hará con las manos.
Dejar reposar la masa.
Poner papel de horno en la bandeja. Hacer bolas y luego aplastarlas. Se puede estirar con el rodillo y luego cortar con un cortapastas, pero personalmente me gustan que cada una sea diferente, así se ven que son caseras.
Con un tenedor pinchar ligeramente las galletas, he pensado que así son diferentes y la verdad es que ha quedado bien.
Meter al horno, que ha de estar precalentado a 200ºC, durante unos 10 minutos. Yo los dos últimos le he puesto también el grill para que se doren un poquito. Aunque por arriba quedan menos doradas lo importante es que ya lo están por la parte de abajo, como se aprecia en la foto.
Una vez hechas se dejan enfriar. Si se guardan en una lata de galletas se conservan muy bien.