Hoy os dejo con esta receta de magdalenas, sanas y ricas que les gustarán a todos. He usado papel de horno como envoltura para las magdalenas, de esta forma no hay que comprar moldes de papel, aunque he utilizado moldes metálicos para que sirvan de contenedor y así se mantengan en la forma. Estos moldes metálicos son muy útiles para cualquier postre, flanes, tartas individuales, ya sean dulces o saladas, tartaletas de queso, en fin para muchas cosas y duran para toda la vida.
Ingredientes:
175 g de harina
140 de azúcar
2 huevos
80 ml de leche
80 ml de aceite de girasol
Ralladura de medio limón
1 cucharadita de levadura en polvo
Comenzamos poniendo en un bol los huevos y el azúcar. Montamos bien con la batidora, hasta que quede una masa blanquecina y haya crecido su volumen.
A continuación añadimos la ralladura de limón que lo haremos sobre la misma fuente, y el aceite.
Añadimos la leche. Incorporamos estos ingredientes de forma envolvente con ayuda de una espátula, para que no se baje el volumen que hemos conseguido con las varillas.
Por último incorporamos la harina junto con la levadura y lo tamizamos con ayuda de un colador. Mezclaremos de la misma forma, con la espátula y con movimientos suaves hasta que esté todo bien mezclado.
Cortamos el papel de horno en cuadrados que queden bien en los moldes y los vamos rellenando de la masa de magdalenas.
No los llenaremos hasta arriba, y les ponemos un poquito de azúcar por encima.
El horno estará precalentado a 210/220ºC, dejando las magdalenas que se cuezan durante unos 12/14 minutos. Mirad porque dependerá de cada horno.
Se sacan de los moldes de metal, que habrán quedado limpios, y listas para comer en cuanto se hayan enfriado un poco.
Mirad cómo han quedado cuando se les quita el papel, y en la foto de arriba que jugosas que se ven.