Uno de los platos que mejor comen los niños, y todos en general, son las albóndigas. Estas albóndigas llevan muchas cosas en su interior, una de ellas un poco de salsa picante, pero no hay duda de que es un ingrediente que se puede no poner. He de decir que le da una algo a la carne que está muy buena, siempre se puede poner más o menos cantidad, es cuestión de gusto personal, sin embargo hay que darle un poco de picante a la vida y alegrar los platos.
Ingredientes:
750 g de carne picada de pollo
2 cebolletas tiernas (si son pequeñas 3)
1 zanahoria
2 dientes de ajo
2 lonchas de queso
Un puñado de perejil
1 cucharada de mostaza a la antigua
1 cucharada de mayonesa
1 cucharada de salsa picante
1 huevo
Sal y Pimienta negra recién molida
Harina
Aceite
Salsa de tomate (Receta 1 y Receta 2)
Pelamos la cebolla y la zanahoria y las troceamos, ponemos todo en la picadora, o en una batidora.
Incorporamos el queso, el perejil y los dientes de ajo pelados.
Añadimos las tres salsas, la mostaza, la mayonesa y la salsa picante. Picamos todo bien.
Por último, añadimos el huevo. Volvemos a picar todo.
Ponemos la carne en una ensaladera y le echamos sal y pimienta al gusto.
Volcamos la mezcla de ingredientes batidos.
Mezclamos muy bien, que queden bien integrados todos los ingredientes con la carne.
Vamos tomando porciones de carne y las pasamos por harina. El tamaño de las albóndigas hacedlas como más os gusten.
Vamos echándolas a una sartén con aceite para freírlas. Dorarlas por ambas partes.
Una vez fritas las pasamos a otro recipiente en el que estará la salsa de tomate al fuego y ya caliente.
Dejar las albóndigas unos minutos en la salsa, removiéndolas para que se impregnen del tomate. Servir caliente.