Se puede hacer el codillo directamente en el horno, desde el principio, aunque no lo recomiendo, es mejor hacer la receta con los pasos que os voy a dar porque queda muchísimo más jugoso y rico. De esta forma no queda reseco, se hace una cocción previa y así nos aseguramos que está el codillo, toda su carne, tierno y blando por todas partes. Además la salsa resultante es tan buena que seguro os va a encantar.
Ingredientes (para 4 personas):
- 2 codillos de cerdo (frescos, no en salmuera)
- 1 cebolla
- 2 cucharadas de perejil
- 4 cucharadas de harina
- Aceite de oliva
- 8 granos de pimienta negra
- 2/3 dientes de ajo
- Sal
Estos son los codillos de cerdo, son de la parte inferior de la pata del cerdo.
Ponemos la harina en una bolsa.
Introducimos en la bolsa los codillos previamente salpimentados. Sacudimos la bolsa para que la harina se adhiera en la carne y quitamos el exceso sacudiendo los codillos. De esta forma la capa que va a tener de harina va a ser mínima.
Ponemos aceite en una olla exprés, que cubra el fondo. Cuando el aceite esté caliente echamos los codillos con cuidado y los doramos por todos los lados. Al ser grandes lo he tenido que hacer de uno en uno. Reservamos.
Pelamos la cebolla y la picamos finamente, y en ese mismo aceite que nos ha sobrado de dorar los codillos sofreímos la cebolla. Removemos durante unos 4 minutos.
Volvemos a poner los codillos dentro. Majamos en el mortero los granos de pimienta, el ajo y el perejil. Una vez que esté bien machacado todo lo vertemos en la olla.
Cubrimos con agua hasta un poco mas de la mitad. Añadimos sal, como una cucharada pequeña rasa y tapamos. Dejamos cocer unos 30 minutos a fuego medio. Abrimos, dejando que pierda presión la olla, damos la vuelta a los codillos y dejamos otros 30 minutos, si vemos que está bastante tierna entonces algo menos. Una vez pasado este tiempo comprobamos que está tierna la carne pinchando con un cuchillo, tiene que entrar con facilidad.
Ponemos los codillos en una fuente para el horno. Añadimos también caldo de la cocción. Se puede colar y así no tiene cebolla o perejil, nada más que la salsa, pero si no os importa dejadla tal cual.
Metemos al horno, precalentado a 180ºC, por arriba y por abajo. Dejamos unos 15 minutos hasta que se haya dorado, podemos dar la vuelta para que así se dore por ambos lados, y también hay que ir regando con el caldo por encima. Una vez hecho vemos que está tan tierno que la carne se desprende del hueso.
Quedan totalmente limpios.
Presentamos el codillo de esta forma, sin el hueso, así es más cómodo comerlo.