Sí, tenéis toda la razón, el título es largo, pero tenía que explicar cómo son los filetes. En fin, me he aficionado a hacer de esta forma los filetes, ¿porqué?, pues muy sencillo, porque salen mucho más jugosos, sobre todo los de ternera, de esta forma no pierden sus jugos, y quedan supertiernos y con mucho más sabor. Ahora lo que hago es ir jugando con otros sabores, y éste me ha gustado, por eso os lo pongo.
Ingredientes:
Filetes de pollo
Pan rallado
Queso parmesano rallado
Sal y pimienta recién molida
Aceite de oliva virgen
En primer lugar mezclamos, más o menos, igual cantidad de pan rallado que de queso parmesano. Dependerá de la cantidad de filetes que se vayan a hacer, así que se tratará de mezclar una pequeña cantidad y según se vaya necesitando se hace más. Más que nada para no desperdiciar el queso.
Salpimentamos los filetes al gusto y los pasamos por esta mezcla.
Como podéis ver no es un empanado grueso, es bastante ligero.
En una sartén ponemos un poco de aceite, como si fuera para hacer a la plancha. Cuando el aceite esté caliente los ponemos en la sartén, de forma que se impregne ese lado de los filetes por todas partes, cuando se hayan dorado por ese lado, como en un par de minutos, les damos la vuelta, pero antes volvemos a poner otro poquito de aceite, y hacemos lo mismo, que se impregnen bien para que el aceite llegue a todos los lados. Si se tiene el aceite es un spray es ideal, ya que antes de ponerlos en la sartén les rociamos con el aceite, y antes de darles la vuelta lo mismo.
Listos para comer. A mi me gusta ponerles un poco de queso rallado una vez que los hemos puesto en el plato. Deliciosos.