Rico, fácil y todo en un solo plato. ¿Qué más se puede pedir?. Nada. Además tiene un toque a barbacoa, que recuerda a esas costillas tan ricas. En fin, este plato va a gustar a todos, y a los niños también. Se puede hacer con antelación e incluso para llevar en un recipiente para comer fuera de casa. También con pollo o con carne de cerdo, incluso mezclando las carnes, está muy bueno, eso ya os lo dejo a vuestra elección.
Ingredientes:
400 g de carne picada de ternera
1 calabacín grande
Queso rallado (4 quesos, o al gusto)
1 cebolla morada
1 zanahoria
2 tomates grandes maduros
1 cucharada de salsa de barbacoa
1/2 cucharada de salsa kétchup
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Cortamos el calabacín en láminas, a lo largo, previamente hemos quitado ambos extremos y lo hemos lavado, ya que se va a utilizar la piel.
Untamos con aceite las láminas de calabacín.
Las hacemos a la plancha, y una vez hechas les ponemos un poco de sal y las reservamos.
Picamos la cebolla y la zanahoria. La cebolla puede ser blanca.
En la misma sartén ponemos un poco de aceite y rehogamos la cebolla y la zanahoria hasta que se hagan, unos 6 a 8 minutos.
Incorporamos el tomate picado, sin piel. Seguimos rehogando todo otros 4 o 5 minutos.
Incorporamos la carne, un poco de sal y seguimos unos minutos más, hasta que la carne pierda su color a crudo.
Añadimos la salsa barbacoa y el kétchup. Seguimos rehogando un par de minutos más.
Hacemos una primera capa con las láminas de calabacín en la bandeja que vamos a utilizar.
Cubrimos con la mitad de la carne.
Volvemos a poner otra capa de calabacín y encima el resto de la carne.
Ponemos queso rallado por encima, al gusto en cantidad.
Metemos al horno hasta que se haya derretido y dorado ligeramente el queso. Solo queda cortar unas porciones al gusto y a comer.
Espectacular