Qué son los minutejos, os preguntaréis, pues es una tapa típica de hace muchísimo tiempo de un bar de Madrid, se llama La casa de los minutejos. Es un sándwich de pan de molde, pero muy fino, está relleno de oreja a la plancha y luego se le pone salsa picante o no, al gusto de cada uno, aunque lo suyo era poner de la que picaba. Está cercano a donde vivían mis padres, los amigos solíamos ir de vez en cuando, así que es una tapa del recuerdo. ¿Porqué se le llama minutejos?, pues porque una (h)oreja son 60 minutejos, y con esta palabra tenían todas las paredes y el techo con frases que eran pegadizas, rimando con minutejos (si no tienes reflejos es porque no comes minutejos, por ejemplo). El bocado es algo simple, sí, pero en esos años de su comienzo, y hablo de muchos, los 67, no eran tan vistos, no había ese boom con la cocina, así que un pan de molde que les hacían a ellos especial, una salsa que estaba en una botella de mirinda con un tapón de corcho al que les habían hecho dos rajas, una más gruesa que otra para que cayera más o menos salsa y una oreja que estaba crujiente, nos parecía de lo más. Ahora ya son cosas del recuerdo y paro ya de hablar (es un decir) de ello porque la nostalgia siempre nos hace hablar mucho y mejor os dejo con la receta.
Ingredientes:
2 o 3 orejas de cerdo
1/4 de cebolla
Pimienta en grano
3 dientes de ajo
Sa
Pan de molde
Salsa picante (o no, al gusto)
Hace tiempo que quería ponerla en el blog, comienzo a explicaros la receta desde la cocción de la oreja, es mi versión, nunca nos han dado la receta, de hecho no he visto la receta por ninguna parte, así que os la voy a dar paso a paso para que no perdáis detalle.
Ponemos en una olla a presión agua con la cebolla partida en dos trozos, los granos de pimienta, como una cucharadita, más o menos, y los ajos. Ponemos también una cucharada de sal.
Incorporamos las orejas bien limpias. Tapamos y dejamos cocer durante 30 a 35 minutos, tiene que quedar tierna pero no en exceso.
Sacamos las orejas, las cortamos en trozos grandes y las ponemos directamente en un recipiente, en el que queden bien apretadas, llenando totalmente todos los lados. El recipiente es mejor que sea rectangular porque así ya tenemos la forma para hacer los minutejos.
Tapamos con papel de aluminio y apretamos bien.
Colocamos un peso, que puede ser un adoquín o una piedra para que haga mayor presión.
Dejamos en la nevera hasta que se haya enfriado muy bien, mejor de un día para otro. Sacamos y obtendremos un bloque de oreja. Ya tenemos la oreja cocida y lista para hacer los minutejos.
Podéis utilizar pan de molde normal, de hecho es de pan blanco el que se utiliza en este bar, pero yo los he preparado con pan integral para que veáis que también se puede hacer y quedan buenos. Pasamos el rodillo por las rebanadas de pan, de forma que van a quedar la mitad de finas y más grandes.
Cortamos las lonchas de oreja cocida, una por tapa.
Las hacemos a la plancha en una sartén por ambos lados, no hace falta aceite porque la oreja ya tiene su grasa y así queda más crujiente, pero la sartén que sea antiadherente.
El pan de molde lo hemos cortado del tamaño de la oreja. Ponemos una loncha de oreja en cada rebanada y tapamos con otra.
En la misma sartén pasamos los minutejos para que se doren por ambos lados, y se van colocando en un plato (foto superior). Ya cada uno cuando toma un minutejo le pone la cantidad de salsa que quiere y, antes de cerrarlo, con la tapa de arriba se restriega bien la salsa a todas partes y listo para comerlo.
La salsa que he utilizado es ésta. En el mercado hay varias marcas y con diferente picor.
¡Ole, Ole! Mis hijos llevan pidiéndome los minutejos, desde que se fueron de casa. Gracias.