Las ensaladas se pueden hacer de muchísimas formas, hay tantos ingredientes con los que hacerlas que simplemente es probar. Personalmente me encantan las ensaladas y me gusta hacerlas variadas, muchas de ellas las hago poniendo imaginación, utilizando ingredientes que me gustan, otras veces las ideas vienen de algún restaurante, o vistas en revistas o por televisión. El caso es que hay que aprovechar el país en el que vivimos, en el que somos unos privilegiados por todos los productos que tenemos y hacerlas a nuestro gusto. Esto no quita que las clásicas, las de siempre, sigan ahí en un lugar de nuestro recetario de cocina y que las sigamos disfrutando siempre.
Ingredientes:
Lechuga
Tomates
Salmón ahumado
Aguacate
Pimiento asado
Aceitunas negras
Aceite de oliva virgen extra
Vinagre de Jerez
Sal
Comenzaremos lavando la lechuga, la cortamos y la escurrimos bien con el centrifugador de verduras (este aparato es ideal, así quedan las hojas totalmente secas, lo peor de las ensaladas es el agua que pueda haber por no escurrir bien la lechuga). Lavamos los tomates, quitamos el pedúnculo y cortamos en rodajas. Colocamos en el centro de la ensaladera la lechuga y alrededor los tomates. Aliñamos con una mezcla de aceite, vinagre y sal. La proporción es al gusto, normalmente es de 3 partes de aceite por una de vinagre, y la sal al gusto. Me gusta aliñar primero así, para que la lechuga y el tomate puedan absorber mejor el aliño, y al final cuando está montada se vuelve a poner también por encima.
El pimiento asado lo cortamos en tiras y lo ponemos sobre la lechuga y encima de ésta las aceitunas. Por otro lado pelamos el aguacate (ver consejos 1, 2 y 3, elegid el que queráis), lo cortamos en medias lunas y lo colocamos entre las rodajas de tomate.
Vamos poniendo sobre las rodajas de tomate salmón en láminas, de forma que caiga aleatoriamente, como un poco enroscado dando volumen. Lista para darle el último toque del aliño y servir.