A veces pienso que la receta es tan sencilla que con seguir el paso a paso de las fotos no es necesario escribir nada, pero en fin aunque sean pocas las palabras, algo se irá comentando. «Lo breve si bueno, dos veces bueno» como decía Baltasar Gracián, o Quevedo, creo que el primero, y he de decir pues, que en este caso es totalmente cierto. Sólo añadir que está hecho en la sartén no en papillote, así que es una forma de comer el pescado bien jugoso en menos tiempo, tanto de cocción como en lo que se tarda en hacer, es decir, desde que se comienza hasta que se termina, luego más tiempo para nosotros, genial.
Ingredientes:
Filete de emperador
Tomates rojos maduros
Aceite de oliva virgen
Sal
Pimienta negra recién molida (optativo)
Papel de horno
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Lavamos un par de tomates por persona, no tienen que ser muy grandes, sino ponemos uno por persona. Añadimos en una sartén un poco de aceite y la ponemos al fuego, a temperatura media. Partimos los tomates por la mitad y los sazonamos, los colocamos primero con la carne hacia abajo, los dejamos así hasta que se doren, unos tres minutos, siempre se puede mirar cómo están de dorados. Les damos la vuelta y añadimos otro poquito más de aceite y sal por encima de ellos. Dejamos otros dos o tres minutos y ya están listos. Esta va a ser la guarnición, pero se puede poner lo que más os guste, ensalada, patatas fritas o cocidas, verduras, … También decir que es un filete por persona, aunque según el tamaño del filete y de lo que coma cada uno.
Ponemos la sartén con una pizca de agua en la base, para que el papel de horno se humedezca un poco, se mantenga pegado a la sartén y para que tarde más tiempo en tostarse.
Impregnamos con un poco de aceite la superficie del papel de horno.
Cuando comience a calentarse el aceite ponemos el filete encima ya sazonado previamente. Si os gusta le podéis poner pimienta negra.
Dejamos que se haga a fuego lento, hasta que esté dorado ligeramente. Cuando ya veamos que está ponemos un poco de aceite por encima.
Le damos la vuelta y dejamos que se haga por el otro lado. Se puede observar que ya está dorado levantándolo un poco, no lo hagáis en exceso ya que este pescado, y todos en general, si se hacen más de la cuenta quedan mucho menos jugosos. También se ve como el papel se va dorando.
Sacamos a un plato, colocamos la guarnición y listo para comer.
Están riquísimos. Bs.