Esta receta, como bien pongo en el título, es de Elías, mi cuñado. Como él dice, es una fusión de otros gazpachos: ajo blanco, gazpacho con huevos fritos y, por supuesto, gazpacho de poleo extremeño. Hace ya mucho que viene hablándome de esta receta, no la he probado, espero que me la haga algún día cuando vaya a verlos. La verdad es que cuando nos vemos ni nos acordamos del gazpacho, pero esta vez va a tener que ser sí o sí, así podré poner un comentario sobre este gazpacho de poleo. Según me cuentan está muy bueno, no es el típico gazpacho al que estamos acostumbrados. Es típico de Extremadura, es una sopa fría y refrescante, os la dejo tal y como él me la ha enviado.
Ingredientes:
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60 gr de miga de pan del día anterior
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1 diente de ajo
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6 ramitas de poleo fresco
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125 gr de almendras crudas y peladas
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1 huevo
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6 gr de sal
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6 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
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3 cucharadas de vinagre de vino blanco
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Uvas de mesa sin pepita
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Agua fría
En Primavera podemos encontrar poleos (Mentha Pulegium L.) en arroyuelos, fuentes o charcas con aguas claras o en tu propio jardín o maceta, cultivado por uno mismo, como es en el caso de Elías.
Ponemos la miga de pan en remojo con un poquito de agua fría. Reservamos.
Depuramos las ramitas de poleo sumergiéndolas en medio litro de agua con 4 gotas de lejía durante 10 minutos.
Freímos el huevo con 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra, a fuego medio-bajo durante 2/3 minutos (para que no se desvirtúe el aceite por la temperatura). Lo reservamos en la misma sartén.
Picamos el diente de ajo sobre la miga, en el vaso dónde lo vamos a batir.
Ponemos las almendras en el vaso. Mezclamos bien con la miga y y el ajo.
Añadimos la sal. Ponemos en el vaso el huevo frito con el aceite de fritura.
Añadimos el vinagre y las 3 cucharadas restantes de aceite de oliva virgen extra.
Deshojamos las 6 ramitas de poleo ya depurado y las añadimos al vaso también.
Batimos todo muy bien a máxima velocidad, añadiendo un poco de agua fría. Vertemos en un bol el contenido del vaso de la batidora. Vamos añadiendo agua fría, probando poco a poco, hasta que quede a nuestro gusto. Ajustando la sal y el vinagre.
Servimos muy frío en cuencos individuales a los que añadimos las uvas peladas y sin pepitas.
Qué os guste. Gracias cuñada