Este plato cuando lo hago me viene a la memoria mi familia, los tomábamos para desayunar los domingos, bueno era uno de los desayunos, porque esta misma receta pero con huevos cocidos estaban igual de buenos, y también estaban en el menú para desayunar, las migas, las porras con chocolate, tortilla de patatas, y muchos más. Que buenos momentos con toda la familia, por cierto muy numerosa, somos muchos hermanos. Mi madre se lo curraba mucho, que grande es, y no por los años, son casi 98 ya los que tiene (es un sentimiento amor puro y duro que tengo hacia ella). En fin, que es una delicia y es la mar de sencillo, parece un poco raro y poco corriente, pero hay que probarlo. Cuando digo frito, no es tal, lo que pasa es que mi madre al hacerlo en la sartén lo decía así.
Ingredientes:
Huevos (dos por persona)
Aceite de oliva virgen extra
Vinagre
Sal
En primer lugar ponemos la sartén al fuego con agua. Cuando rompa a hervir cascamos el huevo y lo echamos al agua. Se puede hacer de uno o de dos huevos a la vez, todo dependerá de lo grande que sea la sartén.
Dejamos que se cuezan (al gusto) y, una vez ya estén, los sacamos al plato, mejor que sea plato hondo.
Añadimos un poco del agua de la cocción y un poco de vinagre, al gusto.
Echamos un chorro de aceite, pimentón y sal por encima.
Listos para comer, ha de ser de inmediato para que estén calientes. Luego al romper las yemas es una delicia, es de mojar y mojar pan, que rico.