Cuando hacemos platos que van al horno es una gozada, existen varias razones que hacen que los hagamos, como por ejemplo: se hace una pequeña preparación anterior, a veces muy poca, no tenemos que estar pendientes mientras se hace, apenas ensuciamos la cocina y que, además de estar muy bueno, puede servirnos para otros días si hacemos más cantidad, dependiendo de qué es lo que hacemos por supuesto. Os dejo con esta receta que os va a encantar y decir que me la enseñó mi hermana mayor.
Ingredientes:
1 pieza de un kilo de carne de cerdo (yo utilicé aguja de cerdo por ser más jugosa)
2 kg de sal para hornear
Romero y tomillo seco
Pimienta negra recién molida
La pieza de carne que he utilizado es aguja de cerdo, es justo la parte alta del lomo, la que está más cerca del cuello, que al estar en las costillas está más jugosa. El peso es aproximado ya que luego quitan el hueso, así que de pesar kilo y medio luego vendría a pesar 1 kilo y poco, más o menos. No es necesario ponerle sal porque ya la carne en al asarse va a tomar la que necesite.
Ponemos la sal en un bol y añadimos dos cucharadas de cada una de las hierbas aromáticas, así como una cucharadita de pimienta negra y un chorro de agua fría. Mezclamos bien, el conjunto tiene que quedar húmedo, si veis que necesita más humedad añadís un poco más de agua, todo dependerá de la sal, si ésta está más o menos húmeda.
Colocamos una cantidad en el fondo de la fuente y ponemos encima la pieza de carne.
Cubrimos con el resto de la sal, apretando bien por todas partes y que quede bien sellado.
El horno lo tenemos ya previamente encendido a unos 220ºC. Metemos y dejamos que se haga por una hora aproximadamente. Apagar y dejar unos diez minutos más dentro del horno. Sacar y dejar reposar otros cinco o diez minutos.
Mientras se hace la carne en el horno, podéis preparar una ensalada para acompañar a la carne, que no se aliñará hasta justo antes de llevarla a la mesa.
Golpear con cuidado por los laterales de la parte superior con un cuchillo o una paleta, para así ir haciendo un corte a la sal. Quitar la parte superior de la costra de sal. Podéis comprobar que sale entera.
Sacar la carne con cuidado y raspar la carne para quitar la sal que se haya podido quedar pegada a ella. Con un cuchillo bien afilado ir haciendo filetes. La carne ha de quedar un poco sonrosada, si os gusta más hecha hay que dejarla más tiempo en el horno.
Lista para llevarla a la mesa y comer.
Si os ha sobrado carne para el día siguiente o bien que la queréis más hecha el mismo día que la coméis, podéis pasarla por la sartén vuelta y vuelta con muy poquito aceite, ya que ya está casi hecha. Os dejo con el paso a paso.