Las empanadillas son las hermanas pequeñas de las empanadas, lo que no sé es qué fue primero, si la grande o la pequeña. Yo me inclino a que fueron las pequeñas, ya que era una forma de llevar la comida preparada para ir a la tarea, al trabajo, sea cual fuera, entonces era el campo o el cuidado de los animales, por lo general, ya que los que tenían su oficio lo realizaban en su propia casa o cercana a ella. Esa es mi opinión, habría que ir a ver qué es lo que dicen los entendidos. España no fue el origen pero si es verdad que ya lleva muchísimo tiempo con nosotros. Se pueden encontrar con diferentes rellenos, son muy variados, de todo lo que uno pueda imaginar. Y es que hoy en día hacemos que sean muchas más, ya que antes no se jugaba tanto con las mezclas, no se inventaban, por así decirlo, tanta variedad, el escoger un plato y hacerlo de muchas formas diferentes.
Ingredientes:
300 g de morcillo cocido
1 paquete de obleas de empanadilla
1 bote de tomate entero
1 bote de tomate triturado
1 cebolla
1 pimiento pintón (medio verde-medio rojo)
1 huevo
Aceite de oliva virgen extra
Sal
En primer lugar pelamos la cebolla y la picamos pequeño. Por otro lado lavamos el pimiento y lo picamos igual. Ponemos una sartén con aceite, que cubra ligeramente la base, a fuego medio. Cuando esté el aceite caliente echamos las verduras y las dejamos que se vayan haciendo durante unos 8 minutos, que quede blandita.
Troceamos el tomate entero y lo añadimos.
Incorporamos el tomate triturado y echamos como una cucharada pequeña rasa de sal, luego se probará si necesita algo más. Dejamos que se haga el tomate durante una media hora. No ha de quedar nada de caldo de los tomates. Probar de sal y rectificar.
Por otro lado, picamos el morcillo. Esta pieza de carne la podemos cocer cuando hagamos un cocido, poniendo más cantidad y así la aprovechamos después, o cuando hagamos un caldo, de esa forma tendremos el caldo para una sopa o para otro plato en el que nos pidan caldo de carne, y el morcillo lo empleamos para hacer las empanadillas.
Una vez hecho el relleno, vamos colocando las obleas en la encimera, no quitar la base de papel que lleva, nos ayudará para el resto de la elaboración. Ponemos una cantidad del relleno en el centro.
Cerramos por encima con otra oblea y la sellamos con ayuda de un tenedor como se ve en la foto.
Las llevamos con el papel a la fuente de horno, y las pintamos con huevo batido por encima. Podéis ver que el papel nos servirá para no manchar la bandeja y de esta forma tampoco se pegará a ella. Si os fijáis yo pongo los dos papeles, es una forma de aprovecharlo y no poner del rollo que tenemos.
Con el horno precalenteado a 220ºC, metemos la fuente en el horno, si tenemos la opción de aire, la ponemos para que así se vayan dorando por todas partes, sino es así una vez pasado unos 20 a 25 minutos pondremos el gril para que se doren, eso sí, hay que ir vigilando para que no se doren en exceso y se puedan quemar. Tienen que quedar con un bonito color dorado.
Se pueden hacer sin pintar con el huevo, pero quedarían con un color mate, pero están igual de ricas.