Esta receta es también de mi madre. Son de esas recetas que llevan tanto tiempo en el recetario de la abuela y que las haces de vez en cuando, pero no te das cuenta de que no la has puesto en el blog hasta que alguien comenta que le gustan los caracoles y les digo que vean la que yo tengo en el blog. Por supuesto que es ahí cuando me doy cuenta de que no la he publicado, ya que por mucho que se busque no está. Así que aquí la tenéis, para todos los que os gusten los caracoles deciros que la probéis, es sencilla, fácil y rica. La salsa es picante, al gusto, o no ponerle si no os gusta, pero rica sí que es. Ahora compro los caracoles, que vienen preparados, pero antes había que tener mucha limpieza con ellos, purgarlos y lavarlos mucho, ya que se cogían del campo, y solo en temporada de caracoles. Ahora se tienen en cualquier momento, así que si se tiene el capricho de comerlos no hay problemas. Como anécdota decir que se le considera como marisco según nuestro código alimentario, no como carne o pescado. Además es muy bajo en calorías y con muy poca grasa y, ya para completar, con buenas propiedades nutricionales y es idóneo para los deportistas.









