Siempre que tengo una idea pienso que he sido la que ha tenido la primicia. Luego miro y veo que ya se ha hecho. Deciros que no sé cómo estarán los otros, pero el mío ha quedado delicioso, grande y esponjoso. Ya tengo bastante dominio con los bizcochos, y no lo he copiado de ningún sitio, de hecho pensaba que nadie lo había hecho, así que el mío por esa parte es único, ya que las cantidades las he sacado yo por mi cuenta. Si lo hacéis no os vais a arrepentir, seguro que lo repetiréis más veces. Imagino que con cualquier otra marca de este tipo de refrescos sale igual.

Ingredientes:

320 g de harina

260 g de azúcar

1 vasito de Fanta de naranja

1 vasito de leche

1 vasito de aceite (mitad oliva virgen extra/mitad girasol)

4 huevos

Ralladura de una naranja

1 sobre de levadura en polvo

Ponemos en un bol el azúcar con la ralladura y los huevos. Batimos bien hasta que quede el azúcar disuelto y tenga un aspecto cremoso.

Incorporamos la Fanta de naranja.

Añadimos la leche.

Y el aceite. Batimos de nuevo hasta que quede todo bien mezclado.

Por último, ponemos la harina junto con la levadura y volvemos a mezclar de nuevo hasta que esté todo integrado.

Mojamos una hoja de papel de horno y la escurrimos, forramos el molde. Es una forma de que se adapte el papel al molde, mejor que si está seco. Volcamos la masa en el molde ya forrado.

Metemos al horno, precalentado a 190º centígrados, durante unos 45 minutos aproximadamente. Una vez pasado este tiempo comprobar que está bien cocido, para ello se puede pinchar con un palito de brocheta, si sale limpio es que el bizcocho ya está hecho.

Vemos lo grande que es en la foto superior, parece un tortillón de patatas, jaja. Podemos ver también lo jugoso que está en la foto superior.