Hace mucho tiempo que estoy por poner esta receta. Compré en Mercadona unas bolsas de plástico (sí, de plástico) especiales para el horno, en ella se puede hacer cualquier alimento, carnes, pescados, verduras, … se hace como si fuera al vapor, queda muy bien, además no mancha nada el horno. Os la dejo, a ver que os parece.
Para hoy os dejo con unos filetes a la plancha de pollo, pero para que queden más jugosos y ricos vamos a acompañarlos con una salsa de limón muy sencilla y que se hace rápidamente. Un plato sano y con pocas calorías. Se puede hacer igual con pavo.
Las costillas de cerdo se pueden hacer de muchas formas y esta es una de ellas, quedan muy ricas, pero la verdad es que las costillas suelen estar siempre buenas, ya sean fritas, asadas en el horno o en la barbacoa, ya sea el costillar al completo o partidas en chuletitas, o preparadas con un adobo o no. No es un plato complicado de hacer y seguro que os va a gustar, ya me contaréis.
Los filetes empanados siempre quedan ricos y jugosos, si no se hacen en exceso, como todo, y, si además, se le añaden especias el éxito está asegurado. A todo el mundo le gusta esta forma de comer la carne, sobre todo a los niños, para las personas mayores al estar más jugosa la carne lo van a agradecer. También tenemos la ventaja de que se pueden hacer con antelación, o para llevar, y se le puede añadir otra ventaja más, se pueden comer fríos o calientes. Esta vez os dejo con estos filetes de pollo empanados al pimentón que seguro vais a hacer.
Este plato es un clásico, el pollo frito y mezclado después con el tomate frito, o con un pisto sencillo. Se puede hacer con antelación, he incluso se puede hacer el día antes, y es una forma de que las dos cosas juntas adquieran mucho más sabor. Se puede llevar en el taper para trabajar, para un día en el campo, para cuando viene mucha gente, para cuando cada uno come en un horario diferente, se calienta en el microondas y queda genial. Eso sí, hay que tener una barra de pan al lado, porque uno no se puede quedar sin rebañar la salsa de tomate e incluso chuparse los dedos.
El ingrediente de hoy no es más que la sangre, que ahora para la gente joven puede ser algo desconocido, y que seguro no han comido e incluso se lo pensarám mucho si lo comen, pero las morcillas están hechas con sangre y seguro que así sí que la han comido. Antes era un plato muy normal, sobre todo después de las matanzas. Se vende en las casquerías de los mercados y en los hipermercados. Es muy tierna, puede ser de cerdo, pollo o cordero, tiene muchas vitaminas y un alto contenido en hierro, así que sólo os digo que la probéis, porque es un plato tradicional antiguo y merece la pena.
Tengo varias recetas de albóndigas, de pollo, con bacalao (1 y 2), de ternera con queso con salsa de tomate, pero nunca había puesto las clásicas, las de ternera, que bien se pueden hacer mezclando la carne de ternera con la carne de cerdo, en la proporción de mitad de cada o tres de ternera y una de cerdo, también pueden ser solamente con cerdo. Esta es la forma en que las hago, he ido variando la receta de la que hacía mi madre, y creo que la he mejorado. Salen muy jugosas por la mezcla que hago, y al estar todo batido no se aprecia nada en ellas, como pueden ser trozos de cebolla, zanahoria o ajo, entre otras cosas, ya que a veces las hago con otros ingredientes añadidos, con verduras, para que mi hijo cuando era pequeño no lo notase, ya las haré y os la pongo.
Este guiso de carne queda muy rico. Mi cuñada Chary me preguntó si tenía alguna receta para hacer un guiso de carne, le di esta receta y le gustó mucho. Ella puso un poquito de pimentón en la receta que yo no le había dicho, y no puso otros ingredientes que si le había dicho, pero le salió de maravilla, ella cambió un poco la receta, que es lo que solemos hacer casi todos. Me envió las fotos y aquí tenéis la receta.
La carne del cerdo, después de las matanzas, se preparaba de forma que durase para el resto del año, así poco a poco iban consumiéndolo. El método era cocinarlo en aceite de oliva y guardarlo en ese mismo aceite. Se llamaba de orza porque se guardaba en este tipo de recipiente, una olla de barro típica para ésta receta. Así se podían conservar durante meses, tanto la carne como los embutidos hechos con el cerdo (chorizos, morcillas, lomo, solomillo, costillas, … Como yo no tengo orza, ni tampoco me es necesario hacer lo que se hace en los pueblos para conservar tanta carne, os la he preparado en envases de cristal. Es una forma de tener en casa ya hecho esta rica carne tan tierna, y que nos recuerda en el sabor a esas matanzas, a cuando se iba al pueblo y los abuelos nos lo daban. Como ya he dicho se puede hacer con otras partes o con los embutidos frescos derivados del cerdo.
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Hacía mucho que quería ver cómo quedaban los rollitos de primavera hechos con la masa de las empanadillas, las obleas de toda la vida, y hacerlo en el horno en vez de freírlos. El resultado me ha gustado, han quedado muy suaves y ligeros, esta vez no es el relleno de los típicos rollitos, pero como se puede hacer con el relleno que se quiera, sin problemas. No obstante ya iré poniendo recetas de otros rollitos que he hecho.
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